El 28 de marzo de 2023 la mesa de trabajo sobre mediación virtual entregó el capítulo de libro correspondiente al 'Primer censo de mediación virtual del PNSL'. Se prevee que el capítulo se integre en un libro que recopila las experiencias de las primeras mesas de trabajo por vocaciones que se crearon a finales de 2020: primera infancia, juventudes, familias jornaleras y comunidades en movilidad, migrantes-transmigrantes, salas inclusivas y cultura de paz.
Mesa de trabajo 'Mediación virtual'
INTRODUCCIÓN
El surgimiento del COVID-19 obligó a los seres humanos a encerrarse en sus hogares. Sin embargo, las personas voluntarias que hacemos mediación de lectura enfrentamos la situación con el apoyo de nuestra creatividad y de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Con ayuda de familiares, amistades y otras personas de nuestro entorno, y gracias a tutoriales para aprender a utilizar las herramientas digitales, pudimos mantener activas nuestras salas en el mundo virtual. De esta forma, la lectura de libros, nuestras actividades y el contacto con nuestras comunidades continuó.
Durante 2020, la coordinación del Programa Nacional Salas de Lectura (PNSL), propuso crear mesas de trabajo por vocaciones con el objetivo de visibilizar las diferentes prácticas de mediación en nuestro país. Durante esas charlas, fue fundamental defender la mesa de Mediación virtual, ya que, aunque no es una vocación dirigida a un tipo particular de población, sí está encaminada a la apropiación de territorios digitales y la construcción de ciudadanía. Por lo tanto, es una estrategia transversal que merece ser registrada, difundida y desarrollada por quienes la realizamos.
Somos parte del punto de inflexión en la historia latinoamericana y mundial, pues en los veintiocho años de historia del PNSL, sumanos nuestros saberes al registro de las prácticas de mediación con apoyo de las TIC, mismas que han sido difundidas a nivel latinoamericano. Todo esto fue posible debido a la responsabilidad hacia nuestras comunidades, así como nuestra vocación por el trabajo voluntario. Así, logramos innovar las prácticas de lectura en comunidades virtuales.
Deseamos que las nuevas generaciones de voluntariado que ingresen, encuentren en este apartado información que pueda servirles como recomendación basada en nuestra experiencia. Aunque nuestro voluntariado no forma parte de una práctica educativa escolarizada, sí ha sido un espacio de convivencia y aprendizaje integral entre mediadores y mediadoras de lectura, la coordinación del PNSL y, sobre todo, con nuestras comunidades a través de los libros.
LA TEORÍA DESDE NUESTRA PRÁCTICA
Quienes formamos parte del PNSL creemos que la lectura es lo que nos hace seres humanos, ya que a través de las historias y vivencias de los personajes podemos reflexionar acerca de nuestras problemáticas y deseos. De acuerdo con el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER) somos agentes sociales que tendemos puentes para facilitar la construcción de significados, espacios y condiciones que posibilitan la comunicación y la colaboración. Por ello, los y las mediadoras compartimos tres características principales: cuidamos a los integrantes de nuestra comunidad lectora, y tenemos disposición plena para tener empatía hacia distintos puntos de vista y estados emocionales de quienes integran nuestras comunidades. Cuando tuvimos que trasladarnos a los entornos virtuales, incluimos otra característica a las anteriormente descritas: nos alfabetizamos digitalmente.
Ante el temor de que todas esas experiencias se perdieran en el mar de la web, buscamos a otras personas que hicieran prácticas de mediación con apoyo de las TIC para identificarnos como comunidad de mediación. Como resultado, trescientas treinta y tres personas que hacen voluntariado en el PNSL compartieron sus experiencias con la mediación virtual. Es importante mencionar que este objetivo nunca se hubiera logrado sin el apoyo de la coordinación del PNSL.
A partir de esta muestra, quienes integramos la mesa de trabajo decidimos analizar esa información valiosa para conocer similitudes y diferencias sobre nuestras reflexiones surgidas desde la práctica virtual. Esto dio como resultado que lográramos crear definiciones que dan vida a esta nueva forma de hacer mediación.
Gracias a ello podemos afirmar que los y las mediadoras de lectura del PNSL entendemos la mediación virtual como la animación de la lectura y el acompañamiento en los procesos lectores, con apoyo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Estos procesos incluyen no solo la palabra escrita y oral, sino también otras manifestaciones creativas que se pueden realizar a través las redes sociales, páginas web, podcast y plataformas de conferencias, etcétera.
Cuando hablamos de animación lectora nos referimos a las actividades encaminadas a impulsar la difusión de libros, así como a los y las escritoras. Por otro lado, consideramos que el acompañamiento de procesos lectores son aquellas actividades en donde buscamos que nuestras comunidades desarrollen sus prácticas lectoras a partir de nuestra guía.
Desde esta perspectiva, la mediación virtual consiste en arrojar anzuelos literarios al infinito mundo del internet. Con tiempo y paciencia, poco a poco llegarán personas interesadas en nuestro contenido y nos acompañarán de forma síncrona o asíncrona en las actividades que proponemos. También, el hábito consolida relaciones humanas y con ello se afianzarán las comunidades virtuales de lectura.
Estas relaciones humanas desde el mundo virtual también son un ejercicio ciudadano, pues la ciudadanía se considera desde tres dimensiones: identidad y pertenencia a una comunidad, así como el ejercicio de los derechos y la participación. La red ha modificado las distancias y el espacio, y ha facilitado la movilización y el contacto entre las personas. Tales transformaciones han generado nuevas problemáticas, valores a analizar, así como deberes por cumplir. En cierta medida podríamos decir que la red ha permitido que la ciudadanía adquiera un nuevo capital simbólico. Sin embargo, la ciudadanía digital también conlleva prácticas para la participación, colaboración y empoderamiento social. Es importante que no solo se fomente el uso ético de las TIC, sino también la capacidad para generar nuevas formas de aprendizaje y participación ciudadana.
PRESENTACIÓN DE LA MESA
La mesa de trabajo Mediación virtual surgió a partir de la inquietud por registrar el aprendizaje autónomo que los y las mediadoras de lectura forjaron a raíz de la pandemia. Ya mencionamos con anterioridad que nuestro amor por el trabajo voluntario y por nuestras comunidades es más fuerte que cualquier pandemia mundial. Durante dos años diseñamos, implementamos y evaluamos acciones gratuitas de mediación lectora con apoyo de las TIC, para continuar nuestro proyecto de propiciar la lectura por placer y, con ello, contribuir a la cultura de la paz, así como al sentido de comunidad y ciudadanía digital.
INTEGRANTES DE LA MESA
Esta mesa de trabajo está conformada por mediadores y mediadoras del PNSL que realizan las actividades en este colectivo de manera voluntaria: Damiana Leyva Loría coordina la mesa de trabajo desde 2020, y su la Sala de Lectura (SL) El Estudio de Damiana, se creó en Puebla en 2015. Lucía Magaly Pech Canché creó la SL Un pedacito de Maxcondo en Yucatán en 2016, y se unió a la mesa en 2021. Juan José Monárrez Anguiano creó la SL Kokopelli en Chihuahua en 2012. También creó el colectivo Lectores en el Desierto y se unió a la mesa en 2021. Omar Cristiam Santos creó la SL Río de palabras en Oaxaca en 2012 y se unió a la mesa desde 2021. Abraham González Flores creó la SL Vía Láctea en la CDMX duante 2022 y ese mismo año se unió a la mesa de trabajo. Berenice Angélica Salas González creó la SL Xinac Tonal (semillas de sol) en Puebla durante 2022 y se incorporó a la mesa en 2023. Nancy Iliana García Valencia también se unió a la mesa en 2023; su SL se llama Mundos extraños, y la creó en Puebla en 2022.
Agradecemos también a los y las compañeras que participaron en la mesa y tuvieron que retirarse por diferentes motivos: Lizbeth Peña Montalbán de la SL La Tlacuila y el colectivo Brujas Literarias de Quintana Roo. Juan José López Ochoa, de la SL El tío Juan en Baja California. Ángela Cruz Martínez de la SL Dibujando con palabras en Oaxaca. Gracias también a Wendy Hernández Benavides, de la SL Naranja Dulce en la CDMX.
PROPÓSITOS DE LA MESA DE TRABAJO
Desde su formación, la mesa de trabajo estableció los siguientes objetivos:
Visibilizar las prácticas de mediación virtual de lectura.
Fortalecer los lazos de colaboración entre las personas voluntarias de mediación virtual.
Reflexionar sobre nuestras prácticas de mediación virtual de lectura dentro del PNSL.
Difundir prácticas de mediación virtual de lectura creadas por la comunidad PNSL.
RECORRIDO
Nuestro recorrido inició en el año 2021, cuando iniciaron los trabajos de nuestra mesa de trabajo. Esto fue posible a partir de la indagación de la coordinadora de la mesa en las diferentes redes sociales del PNSL para saber quiénes estaban realizando mediación virtual por estos medios. Una vez encontradas las primeras cinco personas, la coordinadora realizó una invitación informal desde messenger o por teléfono. Cuando las personas confirmaron su intención de formar parte del proyecto, la coordinadora de mesa se comunicó a la coordinación del PNSL. A su vez, la coordinación nacional envió un oficio a los enlaces estatales de cada integrante, para dar a conocer de manera oficial su incorporación a la mesa de trabajo sobre mediación virtual.
Lo primero que hicimos en las reuniones quincenales fue presentar nuestras Salas de Lectura y comentar cómo iniciamos en la mediación virtual. De esta manera advertimos la riqueza de prácticas debido a que trabajamos con diferentes herramientas y para distintas comunidades. También acordamos la importancia de conocer a más personas del PNSL que estuvieran realizando mediación virtual; así, podríamos reflexionar acerca de esta forma de trabajo, conjugando las experiencias de cada persona que forma parte del PNSL de manera voluntaria.
Al comunicar nuestros acuerdos con la coordinación del PNSL, mostraron su apoyo de manera inmediata. Gracias a sus gestiones fue posible realizar los encuentros con todas las zonas del país. Esos encuentros también posibilitaron la recolección de información, y con ello obtuvimos la muestra sobre mediación virtual. Gracias a ello, pudimos obtener las primeras reflexiones acerca de la misma, descritas en los objetivos de la mesa y en la reflexión teórica descrita al inicio de este capítulo.
CARACTERÍSTICAS DE LAS SALAS VIRTUALES DE LECTURA
Los integrantes de la mesa de trabajo sobre mediación virtual iniciamos de formas muy distintas, pero es sorprendente cómo nuestros caminos se cruzan a partir de nuestras inquietudes. Por ejemplo, algunos empezamos realizando nuestras prácticas profesionales en el Programa Nacional Salas de Lectura durante la pandemia y a partir de ahí descubrimos nuestra vocación por el voluntariado cultural con apoyo de las TIC. Otros ya teníamos experiencia laboral en ambientes virtuales de aprendizaje y, gracias a ello, pudimos crear nuestras salas de lectura durante la pandemia. Pocos fuimos los que iniciamos antes de la pandemia; sin embargo, siempre tuvimos la inquietud y motivación por explorar nuevas formas de crear comunidades lectoras.
Otro aspecto que nos motivó para crear una sala de lectura virtual fue el deseo de vencer a la soledad. El aislamiento y otros problemas personales empezaban a afectarnos. Entonces, decidimos aprovechar ese momento de vulnerabilidad extrema para convertirla en un espacio de socialización, aprendizaje y apoyo mutuo.
De igual forma, ahora que regresamos gradualmente a la “normalidad”, quienes integramos la mesa coincidimos en que ya no podemos abandonar nuestras comunidades virtuales. Además del vínculo afectivo que generamos entre las y los integrantes de éstas, estamos comprometidos a seguir ofreciendo espacios de libertad y horizontalidad a partir de la lectura por placer.
SABERES O APRENDIZAJES AL REALIZAR MEDIACIÓN VIRTUAL
Dentro de los primeros aprendizajes que obtuvimos fue que no existe edad para iniciar en la mediación virtual, solo necesitamos paciencia y eso nos ayudará para realizar actividades con mucha calidad. También aprendimos a utilizar distintas plataformas, tanto para comunicarnos con nuestras comunidades, como para editar fotos, videos e imágenes.
La virtualidad nos ayudó a conocer a nuestras comunidades desde otra perspectiva. Quienes trabajamos con infancias conocimos sus nuevas necesidades lectoras y supimos qué estrategias virtuales disfrutan más. También aprendimos a trabajar de forma colaborativa. Créanos cuando decimos que las primeras sesiones fueron un caos por no saber prender y apagar los micrófonos. Otro aspecto de suma importancia fue que las familias se involucraron en las actividades con infancias. De esta forma se convirtieron en grandes aliadas desde casa. Estas actividades nos enseñaron la importancia de crear espacios seguros de convivencia.
Las sesiones síncronas fueron indispensables para promover una participación respetuosa a través de un tono amigable. También fue importante hacer hincapié en que el mundo se mira desde distintos lentes, y todos debemos respetar el pensamiento de los demás, siempre que no se vulneren los derechos de terceros. Gracias a esto, los integrantes de nuestras comunidades aprendieron que la virtualidad es un espacio seguro, y gracias a ello pudieron expresar sus puntos de vista con mayor libertad.
Por último, aprendimos que es imprescindible continuar con nuestra formación autónoma, a través de la lectura por placer, y también para conocer el contenido de los nuevos acervos que nos llegan. Todos estos saberes nos han servido para desarrollar un sentido propio de la mediación virtual.
ESTRATEGIAS O ACTIVIDADES
Algo que descubrimos gracias a la virtualidad, es que necesitábamos actualizar nuestras habilidades para atraer al público de la red. Por ejemplo, la lectura en voz alta fue un gran motivo para mejorar nuestra modulación de voz, así como para mejorar nuestra capacidad histriónica. De igual forma descubrimos que era necesario crear contenidos visualmente atractivos. Estas actividades dieron como resultado diversos productos, como podcast, videos y carteles bien pensados porque las imágenes también se leen.
También pudimos fomentar la creatividad de nuestras comunidades a través de la creación derivada, la cual consiste en hacer alguna actividad, generalmente plástica como el dibujo o los collages, cuyo tema está relacionado con una lectura que hicimos.
Otra estrategia que nos ha funcionado son las charlas grupales. Gracias a ellas nuestras comunidades leen con anticipación un libro acordado, y el día de la reunión reflexionamos sobre él.
Además, esta nueva actividad impactó a nuestras familias y, gracias a nuestro trabajo metódico, nuestras hijas y sobrinos también se motivaron para ser pequeños y pequeñas mediadoras, con nuestra supervisión. ¡Incluso nuestras madres ya son mediadoras de lectura gracias a nuestro ejemplo!
Otra estrategia que nos sirvió fue platicar entre mediadoras y mediadores para apoyarnos frente a dificultades y también para reflexionar sobre nuestro quehacer. Esto ha dado como resultado que conformemos otros colectivos de mediación virtual enfocados en nuevas inquietudes, como la infancia y la adolescencia, la perspectiva de género.
PRINCIPALES PROBLEMAS U OBSTÁCULOS
El principal problema que hemos enfrentado la mayoría de los y las mediadoras de lectura es la mala calidad de Internet. Debido a que hacemos voluntariado, nuestros recursos económicos determinan qué compañía de internet podemos contratar y muchas veces ésta carece de buena calidad. Junto con el Internet se encuentran los dispositivos con los que contamos. Muchos tenemos computadoras o celulares un poco antiguos, y ya no soportan la gran cantidad de información que se requiere para las actividades virtuales.
Otro obstáculo que hemos encontrado es la falta de accesibilidad a las cuentas premium. Cuando trabajamos con grupos grandes, estas opciones pueden ser de gran utilidad. Pero no todas las personas podemos pagar suscripciones anuales. Una estrategia que se pudo realizar fue la búsqueda de benefactores, pero tampoco existe la seguridad de que siempre nos vayan a apoyar con el pago de esas suscripciones.
Un último obstáculo es la conformación de una comunidad lectora virtual desde cero. En ocasiones se realizan actividades síncronas o asíncronas, pero las personas no descubren nuestro contenido o no asisten a nuestras sesiones por motivos que desconocemos. Esta sensación puede ser muy desalentadora, ya que puede parecer que a nadie le importa lo que hacemos. Sin embargo, no debemos perder la paciencia porque, al igual que una comunidad presencial, las comunidades virtuales se construyen con tiempo y perseverancia.
AQUELLO QUE ES IMPORTANTE EVITAR EN LA MEDIACIÓN VIRTUAL
La mediación lectora es un gran desafío que enfrenta muchas perspectivas, especialmente cuando se lleva a cabo de manera virtual. A continuación compartiremos algunos acontecimientos que vivimos en nuestras actividades.
Perder la paciencia y dejar de escuchar a nuestra comunidad. Esto provocó que perdamos oportunidades de aprender lo que nuestras comunidades querían, solicitaban o necesitaban.
Cuando hacemos mediación con infancias emitimos juicios acerca de los niños y las niñas, les queremos dar consejos para que hagan algunas cosas y se comporten distinto. Otras veces volvimos las prácticas lectoras como obligatorias, en vez de que sean por placer. También llegamos a perder la paciencia y les regañamos para que nos escuchen.
Algo difícil ha sido imponer nuestros gustos lectores. A veces creemos que leer autores consagrados o del acervo que nos entregan es lo más importante, y desechamos las propuestas de la comunidad porque consideramos que sus propuestas son “triviales” y aportan poco. Cuesta mucho trabajo reconocer que la lectura por placer no se cierra a ciertos autores, géneros o editoriales.
Otro aspecto muy difícil de manejar es el estrés provocado por nuestra carga de trabajo remunerado. Eso provocó en muchas ocasiones desánimo o pereza para hacer nuestro voluntariado. Lo que nos ha funcionado es pensar que amamos leer y las sesiones con nuestras comunidades son una puerta para escapar momentáneamente de esa realidad que muchas veces nos abruma.
LIBROS QUE DESPIERTAN MAYOR INTERÉS
Uno de los descubrimientos que tuvimos en nuestras comunidades virtuales fue que las personas de todas las edades disfrutan mucho las historias pensadas para las infancias y las juventudes. Por ejemplo, las comunidades disfrutaron los cuentos cortos con ilustraciones vistosas, pues causaron asombro y satisfacción. Las historias de fantasía, de ciencia ficción así como las sobrenaturales y las explícitamente terroríficas también fueron un éxito. Muchas personas también descubrieron la narrativa gráfica, como los cómics y los mangas, y estuvieron sorprendidas del impacto que tuvieron las historias e imágenes.
Si desean conocer el acervo que los integrantes de esta mesa utilizamos en nuestras actividades durante 2021 y 2022, les invitamos a mirar nuestro blog sobre mediación virtual en este enlace, o desde el código QR si están leyendo el libro en físico.
ASPECTOS NECESARIOS PARA AMPLIAR NUESTROS CONOCIMIENTOS
Creemos que nuestra formación como mediadores y mediadoras de lectura desde los ambientes virtuales debe cubrir tres aspectos: el personal, el especializado y entre pares.
De manera personal, creemos necesario aprender técnicas de teatro y narración oral, ya que el lenguaje verbal causa más impacto cuando dominamos el lenguaje no verbal. También estamos conscientes de que la falta de sistematización de nuestras actividades ha impedido que sepamos con más certeza cómo hacemos mediación virtual y dónde están nuestras áreas de mejora. Esto va de la mano con la necesidad de tener disciplina para realizar nuestras bitácoras.
En el aspecto de formación especializada, nos gustaría recibir capacitación contínua sobre temas de mediación virtual como talleres, conferencias y conversatorios. Uno de los temas prioritarios sería aprender a utilizar las redes sociales a nuestro favor para llegar a más personas que disfrutan la lectura, sin importar las barreras geográficas.
Por último, creemos imprescindible aprender de los saberes de nuestros pares. Gracias a la recopilación con los formularios sabemos que por lo menos somos trescientas treinta y tres cúmulos de saberes, producto de nuestra práctica. Si logramos trabajar en red para compartir esos conocimientos, tenemos la seguridad de que desarrollaremos un conocimiento invaluable para nosotras y nosotros, pero también para las próximas generaciones de mediación virtual.
NUESTRAS PRÁCTICAS NACIONALES DURANTE 2021 Y 2022
Gracias a los encuentros por zonas a nivel nacional, pudimos recolectar un muestreo valioso acerca de nuestras prácticas de mediación virtual. Por ejemplo, descubrimos que de las trescientas treinta y tres personas que realizan mediación con medios digitales, la mayoría son mujeres, y la zona centro es la que más hace mediación virtual. Por otro lado, los y las mediadoras de lectura en su mayoría son personas adultas de entre 35 y 54 años de edad, como pueden ver en la gráfica que sigue.
Fue significativo también descubrir que, a pesar de que la mediación virtual en el PNSL inició a principios del siglo XXI, fue significativo el incremento de esta práctica a partir de 2020, año de inicio de la pandemia por COVID-19. Esta coyuntura histórica por supuesto que nos afectó, pero de manera positiva, ya que nos sirvió de motivación para encontrar nuevas formas de seguir en comunicación con nuestras comunidades.
MAPA DE LOCALIZACIÓN
Durante la pandemia, doscientas veintinueve personas asumimos el compromiso personal de continuar con nuestras comunidades virtuales. Entre los años 2021 y 2022 nos distribuimos de la siguiente manera: la región Noreste está compuesta por nueve personas que realizan mediación virtual. Por su parte, cincuenta y seis personas de la región Noroeste participan de forma activa en la virtualidad. La región Centro-Occidente está representada por cuarenta personas; en tanto que la región Centro está compuesta por ochenta y siete mediadores y mediadores virtuales. Por último, en la región Sur treinta y siete personas realizan mediación virtual. Pueden hacer clic aquí para conocer la red de mediación virtual, que se conforma por 333 personas, o también acceder desde el código QR que se encuentra al final de este capítulo.
COMUNIDADES VIRTUALES
Haber obtenido datos a través de las encuestas realizadas nos permite visualizar de forma clara a las comunidades virtuales, de manera que observamos cómo trabajamos a partir de rangos de edad. Nos pudimos percatar de que ciento diecisiete personas que respondieron el formulario se dedican a atender a dos o más grupos etarios, logrando con esto diversificar sus actividades y atender distintas comunidades con diversas estrategias que mantienen su atención.
Cuando se trata de atender a un solo tipo de comunidad, encontramos que ciento tres personas se dedican única y exclusivamente a atender a un público entre los seis y los doce años de edad, la cual se catalogó como comunidad de Niñez, siendo esta una de las mayores comunidades atendidas a través de las distintas plataformas existentes en la red.
La segunda comunidad mayormente atendida es la que se denominó Juventudes, pues los usuarios se encuentran en un rango de edades entre los trece y los veinticuatro años de edad. Ciento tres mediadoras y mediadores lograron atrapar la atención de esta comunidad.
La comunidad de Personas Adultas, se integra por usuarios entre los veinticinco a los sesenta y cuatro años de edad. Sabemos además que es una comunidad que tiene un gusto literario definido y por ello las actividades son adecuadas a las diversas formas de pensar, por lo cual es rica en opiniones, participando de manera activa tanto como oyente, y también fungen como puentes entre otros integrantes. Hay ciento seis personas atendidas en este tipo de comunidades.
Con lo anterior, se percibe que las comunidades mayormente atendidas oscilan entre los seis y los sesenta y cuatro años; sin embargo, encontramos que existen dos comunidades que atienden los dos extremos de las anteriores, nos referimos a las comunidades denominadas Primera infancia, las cuales están integradas por usuarios entre los cero y los cinco años de edad, y la comunidad de Personas adultas mayores quienes son personas de más de sesenta y cinco años. Estas comunidades tienen la característica de necesitar el apoyo de otras personas para ingresar a las plataformas virtuales donde disfrutan de las actividades de lectura; la primera de ellas por tener algunas dificultades para manejar los dispositivos electrónicos. Es importante resaltar que este fue uno de los grupos menos atendidos desde la virtualidad, y aquí hemos encontrado un reto para afrontar.
Conocer a las comunidades con las cuales se trabaja es una herramienta muy útil por su información, ya que permite reforzar aquellas que requieren mayor atención, así como trabajar de manera conjunta con las que tienen mayor influencia y fortalecer las actividades. Hay que recordar que todas las personas deben tener el mismo acceso a las distintas oportunidades sin importar su condición, edad, género y recursos.
En la gráfica se puede apreciar cómo los y las mediadoras de las regiones centro, sur y centro occidente, atienden a más de un grupo de rango de edades.
PLATAFORMAS
Las herramienta que han permitido la socialización de actividades para el fomento, la promoción y en algunas ocasiones la mediación lectora con diversas comunidades, a partir de proyectos de intercambio de ideas, son las diferentes plataformas virtuales existentes tanto en sistemas de internet como telefónicos. Las encuestas nos dejaron conocer que ciento cincuenta de las doscientas veintinueve personas que hacen mediación virtual utilizan de manera constante Facebook como medio de comunicación con sus comunidades lectoras, siendo así la red de mayor influencia, seguida por Zoom, la cual permite un contacto directo, cara a cara con las comunidades. Con esta herramienta, ciento diecinueve de las personas encuestadas pueden ver y escuchar a los participantes.
A pesar de ser una herramienta de mensajería en sus inicios, ciento siete mediadoras y mediadores mantienen actividades a través de WhatsApp por ser rápida, eficaz y con una retroalimentación constante e inmediata. Las comunidades universitarias no se quedaron atrás, pues la plataforma Google Meet surgió como una de las alternativas de comunicación durante las clases virtuales derivadas de la Pandemia por COVID-19. Así lo confirman ochenta y tres personas que la utilizaron con sus comunidades universitarias y escolares.
YouTube, el correo electrónico, Streamyard, Twitter, TikTok, Anchor, Jitsi Meet, Telegram y Spotify son importantes plataformas usadas para la comunicación entre mediadoras y mediadores, así como sus usuarios y escuchas. Las primeras cinco mencionadas son las más concurridas y usadas para llevar a cabo actividades de fomento lector o promoción de libros y textos, mientras que las últimas tuvieron cada una de ellas menos de ciento cincuenta personas que lograron grandes proyectos de promoción, fomento, e intercambio de ideas.
Entendimos que son muy variadas las plataformas por las cuales los mediadores y mediadoras lograron ponerse en contacto directo con aquellas comunidades que, mediante la virtualidad, acercaron a sus propios espacios, proyectos y propuestas a otras latitudes del país y del extranjero.
TIPOS DE ACTIVIDADES
Las actividades realizadas por los mediadores son esenciales para la conformación de la comunidad lectora. Las actividades que son el inicio de la relación entre quien hace mediación y los lectores permiten el acercamiento a distintas lecturas, géneros, estilos, autores, narrativas y sobre todo reflexiones.
La encuesta realizada a nuestros trescientos treinta y tres compañeros y compañeras que realizan mediación a través de la virtualidad nos arroja que la lectura en voz alta es una de las actividades más constantes, ya que ciento treinta y siete de las personas encuestadas la llevan a cabo ante la facilidad de hacer llegar textos a los distintos espacios y redes que manejan para vincularse con sus participantes.
Las tertulias literarias, entre las cuales se encuentran las charlas, los conversatorios, los programas sobre temáticas literarias e incluso los podcast, son las actividades en las que ochenta y seis mediadores y mediadoras han participado. La creatividad permitió que se desarrollen invitaciones no solo a los y las integrantes de las comunidades lectoras, sino que también acudieron distintas personas de la industria editorial, autores y autoras, así como personas que editan e ilustran los libros. En estas charlas platicaron sobre sus actividades, también recomendaron títulos a las comunidades lectoras, e incluso compartieron distintas maneras en cómo piensan y trabajan las personas que integran la industria de los libros.
La escritura original y creación derivada, las cuales son procesos lúdicos y divergentes de analizar y comprender los textos, fueron otras actividades poderosas entre la comunidad de mediación. Así lo constatan veintinueve personas que utilizaron la escritura original, y las cuarenta y un personas que realizaron actividades de creación derivada.
La diversión es una parte fundamental en las comunidades. Así lo afirman treinta y un personas encuestadas. Mencionaron que utilizan el juego, a partir de las lecturas sugeridas, como un medio para desarrollar tanto la creatividad como la expresión corporal. Estos juegos permiten introducirse en las dinámicas con los libros, al tiempo que incorporan movimientos, gestos y sobre todo sensaciones. Esta es una actividad que fortalece a las comunidades infantiles y juveniles, ya que permiten la comunicación directa entre el texto y la manera de socializar.
La socialización de las lecturas y libros inicia cuando los mediadores y mediadoras recomiendan sus propias lecturas, hablan sobre lo que el texto les hizo sentir, recuerdan o disfrutan al momento de la actividad lectora. Por ello veintiséis de las personas encuestadas indican que es importante la socialización de estas lecturas a través de las reseñas literarias realizadas. Esta actividad es importante, ya que permite conocer de una manera rápida el tema de cada libro, así como el género literario o la manera en que la obra literaria es recibida por la crítica. De esta manera facilitamos su acceso en nuestras comunidades.
Las actividades antes mencionadas son distintas herramientas que nos permitieron planear y concentrar esfuerzos para llegar a una mediación lectora a través de la virtualidad, de manera creativa y sobre todo horizontal. Por lo tanto, deseamos que estas experiencias puedan ser de utilidad para otros compañeros y compañeras que busquen formas diversas de acercarse con sus comunidades virtuales.
LOGROS DE LA MESA
Desde que se planteó la necesidad de una mesa de mediación virtual de lectura, han surgido reflexiones necesarias sobre la práctica, mismas que se han difundido a nivel nacional e internacional. A continuación compartiremos las actividades que nos llenan de orgullo.
Logramos cuatro encuentros por zonas en nuestro país, gracias a las alianzas con nuestra coordinación nacional, así como con el apoyo de todos los enlaces estatales. Gracias a estos encuentros conocimos a trescientos treinta y tres compañeros y compañeras que realizan mediación virtual.
Entre 2021 y 2022 logramos catorce Charlas de Mediación Virtual, en donde treinta y tres compañeros y compañeras mediadoras difundieron sus saberes en la página oficial del PNSL. Pueden acceder al contenido de cada charla desde este enlace, o desde el código QR si están leyendo en formato impreso.
El 30 de junio de 2022 recibimos la invitación de la Secretaría de Cultura del Estado de Puebla para participar en la conferencia “La formación de comunidades lectoras en medios digitales”, junto con la investigadora Elisa Yuste. Ese mismo mes participamos en el programa “República de lectores”, organizado por el Fondo de Cultura Económica desde Facebook y YouTube.
El 16 de septiembre de 2022 presentamos el primer censo de mediación lectora virtual en México, en el marco del “III Seminario Internacional Educación y TAC: competencia digital, brecha digital de género y virtualidad en la formación inicial del profesorado”, en la Universidad de Alicante, España.
Con estos logros, la mesa de trabajo ha podido difundir a nivel nacional e internacional quiénes hacemos mediación virtual, cómo hemos conformado nuestras comunidades virtuales, a través de qué plataformas, y por medio de qué prácticas.
PRÓXIMOS PROYECTOS
La mesa de trabajo desea realizar dos grandes propuestas con la comunidad de mediadores y mediadoras en el país: un repositorio virtual de actividades y un 'Laboratorio de mediación virtual'. El repositorio virtual estará alojado en Blogger y contendrá las prácticas exitosas que los y las compañeras compartieron en el formulario en los años 2020, 2021 y 2022.
El laboratorio voluntario sobre mediación virtual se realizará en un grupo cerrado de Facebook. En él, compartiremos contenido y reflexionaremos sobre nuestras prácticas digitales de forma sistemática y colaborativa, a partir de los temas frecuentes ilustrados en la gráfica de los relojes de uso del tiempo virtual. Así formaremos una comunidad de diálogo entre pares, podremos conocer las similitudes y diferencias en nuestras actividades, consolidaremos nuestra red de mediadores y mediadoras desde lo virtual, y crearemos documentos publicables para contribuir a los diálogos nacionales e internacionales sobre el tema.
Creemos que estas acciones fortalecerán nuestra comunidad de mediadores y mediadoras que promueven estrategias novedosas con el uso de las TIC de manera creativa, promoviendo la ciudadanía digital a partir de la libertad, igualdad, inclusión y autonomía.
AGRADECIMIENTOS
Este capítulo no hubiera sido posible sin la colaboración voluntaria de todas las mediadoras y mediadores en el país, cuyos nombres podrán conocer en este enlace.
REFERENCIAS
Aguirre León, C., García Noguera, L., García Gutiérrez, Z., y Rodríguez Amór Tegui, E. (2020). La mediación virtual un espacio propicio para la formación en investigación en la educación superior. Inclusión & Desarrollo, 7 (2), pp. 74-88. https://revistas.uniminuto.edu/index.php/IYD/article/view/2251/1988
Avogadro Thomé, M. E., y Quiroga Macleimont, S. R. (2016). La mediación tecnológica y las TIC: fenómenos y objetos técnicos. Razón y Palabra, 20(1_92), 1272–1289. https://www.revistarazonypalabra.org/index.php/ryp/article/view/370
Consejo de Europa. (2021). Marco común europeo de referencia para las lenguas: aprendizaje, enseñanza, evaluación. Volumen complementario (pp. 103-129). Servicio de publicaciones del Consejo de Europa: Estrasburgo. https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/marco_complementario/mcer_volumen-complementario.pdf
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