La principal característica del PNSL radica en la participación y compromiso del gobierno federal, los gobiernos estatales y la sociedad civil organizada para fomentar la lectura y, con ello, promover los derechos culturales en el país. El FCE y los gobiernos estatales tienen como líneas de acción: 1) Construir la Red Nacional de Salas de Lectura; 2) Implementar programas de capacitación para las personas voluntarias en mediación lectora, y 3) Proveer acervos de libros a las personas voluntarias. Por otro lado, quienes realizan mediación de lectura diseñan, implementan y evalúan acciones gratuitas 2 horas a la semana. Estas acciones están encaminadas hacia la lectura por placer, y con ello promueven el ejercicio de los derechos culturales, al tiempo que fortalecen la cultura de la paz y el sentido de comunidad.
La sociedad civil está compuesta de personas provenientes de diferentes contextos lingüísticos, culturales, económicos y educativos. De igual forma, cada persona decide en qué lugar realizará sus actividades, cuál será el grupo poblacional en el que se enfocará, y cómo estructura las sesiones. Esta forma de trabajo voluntario se puede analizar desde dos perspectivas: por un lado, brinda libertad absoluta a la persona voluntaria para que diseñe su estrategia con base en su contexto específico y su creatividad. Sin embargo, el lado opuesto se encuentra en la soledad con la que las personas realizan sus actividades. Es poco frecuente conocer a otras personas voluntarias que realicen actividades parecidas. Así, aunque seamos caso 5,000 personas voluntarias en el país, muchas veces sentimos aislamiento.
A partir de esta situación, en el año 2020 el PNSL creó Mesas de vocación con el objetivo de construir redes de aprendizaje colaborativo entre la sociedad civil, partiendo de intereses comunes acerca de las poblaciones que atendemos, así como los temas que priorizamos. La visión es desarrollar una mayor capacidad de agencia en el activismo cultural entre las personas voluntarias.
Actualmente (2023) existen 12 mesas de vocación y una de ellas está enfocada en la mediación virtual. La mesa inició sus trabajos en el año 2020. Está compuesta por personas voluntarias provenientes de todo el país, y tiene los siguientes objetivos:
- Visibilizar las prácticas de mediación virtual de lectura creadas por la comunidad del PNSL para difundirlas.
- Fortalecer los lazos de colaboración entre las personas voluntarias en mediación virtual.
- Reflexionar sobre las prácticas de mediación virtual de lectura dentro del PNSL, a partir de la información que las personas voluntarias nos proporcionen.
- Difundir prácticas de mediación virtual de lecgtura creadas por la comunidad PNSL.
La primera actividad que realizó la mesa fue realizar un sondeo de las personas que realizan mediación virtual en el país. De las trescientas treinta y tres personas que contestaron, doscientas veintinueve afirmaron realizar mediación virtual. En el sondeo recopilamos información acerca de sus prácticas. Los integrantes de la mesa de trabajo realizamos una codificación teórica, y con ello desarrollamos una conceptualización de nuestro activismo digital dentro del PNSL:
La mediación virtual de lectura es la promoción de la lectura y el acompañamiento de los procesos lectores, con apoyo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) (Ej. Redes sociales, páginas web, podcast, plataformas de videoconferencias, entre otras.). Estos procesos incluyen la palabra escrita, la palabra oral, así como otras manifestaciones creativas.
Cuando hablamos de PROMOCIÓN DE LA LECTURA nos referimos a las actividades encaminadas a impulsar los libros, así como a los y las escritoras. Por ejemplo, presentar un libro, invitar a una escritora a dar una charla, hacer una reseña, etc. Sin embargo, no tenemos la seguridad de qué ocurre con los asistentes del otro lado de la pantalla, no somos partícipes de su experiencia lectora.
En cambio, cuando hablamos de ACOMPAÑAMIENTO DE PROCESOS LECTORES nos referimos a todas las actividades que tengan como propósito que las comunidades desarrollen sus prácticas de lectura con nuestra guía. Por ejemplo, realizar charlas literarias, guiar actividades de creación derivada o escritura creativa, entre otras.).
La mesa sobre mediación virtual tiene como peculiaridad haber emergido a raíz de la coyuntura provocada por el COVID-19. Antes de la pandemia era bastante raro conocer personas volutarias que utilizaran las TIC como herramienta para la construcción de comunidades virtuales a partir de la lectura.
El problema subyace en el hecho de que las prácticas de mediación superan en conocimiento práctico las capacitaciones recibidas desde las instituciones federal y estatales. Sin embargo, esas prácticas no han sido socializadas, ni entre pares del activismo ni en los grupos de investigación.
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