LAS NIÑAS CORREMOS Español / Nuevo León Mediadora del pnsl Mixtli Zan Panoli Las niñas corremos mucho, corremos lueguito que dejamos de gatear, corremos porque sentimos un pellizco que no sabemos nombrar, pero sí sabemos sentir. El pellizco sale caminando de las grietas de nuestros hogares, sale caminando en el sol que quema nuestras cabezas por las calles y en la sopa diluida que deja mamá. También sale en el frío de nuestras ropas y, a veces, en el cansancio de los dedos de nuestros padres; y, mientras el pellizco camina, nosotras empezamos a correr. En los últimos veranos de nuestra infancia, cuando los ojos y las manos crecen, cuando el cabello es más largo y nuestra cara se aleja más del piso, el pellizco sale caminando de la boca de los adultos que nos miran con lástima, con burla o con desprecio. El pellizco se presenta, nos dice que se llama pobreza , y desde entonces las niñas empezamos a correr diferente. Así nos enteramos de que los pellizcos en el corazón,